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¡Bienvenidos a Ibi, una encantadora población situada en el corazón del País Valencià! Ibi se enclava alrededor de la imponente montaña de la Teixereta, rodeada por dos cerros que albergan dos hermosas ermitas: Sant Miquel y Santa Llúcia. Esta última, construida sobre las ruinas de un antiguo castillo árabe conocido como el Castell Vermell, añade un toque de misterio y leyenda al paisaje circundante, transportando a los visitantes a tiempos pasados de historias y hazañas.
La ciudad de Ibi ejerce como cabeza de un partido judicial y se encuentra majestuosamente ubicada en el norte de la provincia de Alicante, formando parte de las Comarcas Centrales. Sus límites municipales se extienden hacia el norte y el este, donde colinda con el municipio de Alcoy, compartiendo con él el impresionante Parc Natural del Carrascar de la Font Roja, un santuario de naturaleza y biodiversidad. Hacia el oeste, se entrelaza con los municipios de Onil y Castalla, y hacia el sur se extiende hacia el municipio de Xixona, creando un escenario mágico y diverso para los viajeros.
Ibi es un lugar de tesoros históricos y religiosos que deleitarán a quienes se aventuren a descubrirlos. Entre ellos, destaca la Iglesia de la Transfiguración del Señor, una hermosa iglesia construida en el siglo XVII sobre una estructura anterior. Su fachada renacentista impresiona con la elegancia de sus dos torres gemelas y una majestuosa cúpula de cerámica vidriada de color azul, que destella con el sol. En su interior, los frescos de Joaquim Oliet, que datan del año 1828, agregan un valor artístico incalculable, creando una sinfonía de arte y espiritualidad.
Otra joya religiosa es la Ermita de Santa Llúcia, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Al estar ubicada sobre las ruinas del antiguo Castell Vermell, esta ermita se convierte en un punto de encuentro con la historia y la fe. Además, se destaca la recientemente restaurada Ermita de Sant Vicent, que alberga fascinantes obras de arte del siglo XVI, mostrando la destreza artística y el esplendor de épocas pasadas.
Pero la belleza de Ibi no se limita a su herencia religiosa, también cuenta con edificaciones civiles que cautivan a los visitantes. Las escasas ruinas del Castell Vermell, que alguna vez fue el núcleo primitivo de la localidad, se encuentran junto a la ermita de Santa Llúcia, en la colina del mismo nombre que corona el pueblo, evocando una época de fortalezas y defensas. Además, el Castell Vell, de origen árabe, aunque más difícil de encontrar, cuenta con escasos restos en el barranco de los Molins, sumergiendo a los curiosos en una búsqueda arqueológica llena de enigmas.
El patrimonio arquitectónico de Ibi también incluye la Llotja del siglo XVII, una edificación que formaba parte de un conjunto de cinco edificios de la época de Carles IV. Antiguamente, la Llotja funcionaba como sede del ayuntamiento hasta 1974, y hoy en día, alberga el Arxiu Municipal, que conserva documentos históricos valiosos, revelando los secretos y memorias de la ciudad a lo largo de los siglos. Además, en el municipio se pueden apreciar casalots pairals de los siglos XVII y XVIII, como el de los Pérez o los de los barones de Purroi, que ofrecen una visión fascinante de la vida aristocrática y el esplendor de épocas pasadas.
Para aquellos interesados en sumergirse en la cultura festera de la ciudad, el Museo Fester es una visita imprescindible. Ubicado en la Casa Gran, este museo ofrece una mirada detallada a las ricas tradiciones y celebraciones festivas que dan vida y color a la ciudad de Ibi, mostrando la pasión y el espíritu de su gente.
